Lo que los varones ejercen sobre las mujeres
no es una autoridad natural —no hay ninguna
de este tipo— sino un privilegio injusto.
Amalia Varcárcel
De Eva sabemos muy poco. No existe una partida de nacimiento que nos permita ubicarla en el tiempo. Tampoco sabemos cómo fueron sus primeros días de vida y qué aspecto tenía. Dicen que fue creada para que el primer hombre que habitó la Tierra tuviera compañía. «No es bueno que esté el hombre solo; haré una ayuda idónea para él» dijo dios. Pero, ¿por qué dios no la creó a ella primero si es la mujer, la hembra de la especie, la que puede gestar? También se ha dicho que fue la primera persona acusada de violentar la Ley y que además fue madre de dos varones (hasta ahí la bografía de la primera mujer). La falta cometida le costó la expulsión del edén y que dios dejara caer su ira sobre ella: «Multiplicaré en gran manera tu dolor y tu preñez; con dolor parirás hijos y a tu marido estará sujeto tu deseo, y él dominará en ti».
Digamos que fue la falta de imaginación de los autores de la fábula que los llevó a cometer plagio, eso lo veremos más adelante. Sobre la trama queda la duda de si se trató de un error por omisión o de un plan concertado para desacreditar a las mujeres y colocarlas en una posición vulnerable. Sin embargo, las pruebas indican que hubo una intención malsana desde el principio sino ¿por qué tuvo que ser Eva la que indujera a su marido a pecar y no al revés? ¿Por qué Adán no rechazó la tentación y aceptó ser cómplice? ¿Cómo se explica que dios, que todo lo sabe, permitiera que la serpiente (que él creo más astuta que las otras criaturas) se saliera con la suya? Tal vez nos habríamos evitado este problema si dios hubiera sido mujer.
El grado de ensañamiento contra Eva denota que su desgracia fue planificada. Sus verdugos conocían de antemano el resultado y sabían que frente a la hegemonía masculina ella no podría defenderse. No se trató solo de condenar a Eva y a Adán por la falta cometida sino que se aprovechó el hecho para condenar también a sus descendientes y así establecer un precedente que justificara futuras acciones.
Si todo comenzó bien y el mundo era perfecto por qué este cambió tan abrupto. De quien fue la idea siniestra de modificar el primer acto y cambiar los papeles de los protagonistas. Tal vez el guionista comprendió que si dejaba las cosas como estaban el desenlace de la historia no sería el deseado. Así es que decidió cambiar la trama para justificar la implantación de un régimen patriarcal cuyo fin principal era el sometimiento de la mujer.
Veamos como se ha tratado el asunto de la creación en otras mitologías. En el caso de China cuenta la leyenda que después que el dios Pan-Ku creó el universo la diosa Nüwa se sentía sola y triste. Así es que decidió dar un paseo por la Tierra y al ver que estaba deshabitada recogió barro de los ríos y formó una figura parecida a ella y le dio vida. Se puso contenta y decidió hacer más figuras para que poblaran la Tierra.
Aconteció que cuando el dios del agua y el dios del fuego entraron en guerra destrozaron la gran montaña que sostenía los cielos y esto provocó que se abriera un enorme agujero negro entre las nubes que puso en peligro a toda la creación. Así es que Nüwa decidió proteger a la humanidad y tapo el agujero y sostuvo el cielo con cuatro patas de una enorme tortuga y hubo celebración en el cielo y en la Tierra y reino la paz. Los hombres araron la tierra y las mujeres tejieron y gozaron de una vida buena y próspera. Todos agradecieron a la diosa Nüwa su bondad y esta partió en un carro de truenos tirado por un dragón que la llevó más allá de las nubes hasta el noveno cielo.
Otra de las civilizaciones antiguas de la que se conserva una buena cantidad de información sobre sus mitos y creencias es la sumeria. Sumer o «la tierra de los reyes civilizados» fue un imperio que se desarrolló en Mesopotamia, actualmente Iraq, alrededor del año 3500 a.C. Los sumerios crearon un sistema lingüístico con su propia escritura. Además, desarrollaron la arquitectura, las artes, la astronomía y las matemáticas. También contaban con una religión compleja formada por cientos de dioses, mitos y costumbres cuya influencia llega hasta nuestros días.
A partir del siglo XX se descubrieron en Irak una serie de grabados en piedra que narran distintos episodios de cómo fue el principio. De acuerdo al génesis sumerio fue la diosa-madre Nannu la creadora de todo. Los dioses Ki y An crearon la tierra y el cielo respectivamente. Enlil, hijo de Nannu, fue responsable de crear los vientos, las tormentas, el día y la noche y Enlil y Ki crearon a los seres vivos con el objetivo de complacer y servir a los dioses.
Se dice en las escrituras sagradas sumeria, redactadas tres mil tresientos años antes de la aparición del génesis del antiguo testamento, que la primera diosa nació de una costilla de Enki (uno de los dioses mayores) y que fue nombrada Nin-ti. Enki también creo un paraíso para que los hombres vivieran en armonía con la naturaleza, pero como no cumplieron las reglas impuestas por los dioses fueron expulsados. Es posible que esta historia haya servido para crear el mito de Eva y la costilla de Adán y la expulsión de ambos del paraíso.
Los tres relatos anteriores son fabulaciones mitológicas que muestran la manera de pensar y de actuar de cada una de estas sociedades antiguas. En el caso del génesis judío el único dios creador de todo fue enfático cuando le ordenó a Adán que no comiera del árbol del conocimiento (Y ordenó el eterno dios al hombre, diciendo: De todo árbol del jardín podrás comer; mas del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás; porque en el día que comas de él, morirás). Otro capricho de dios que crea suspicacias.
Llegamos al siglo XXI y todavía las mujeres tienen que luchar contra esa mentalidad sexista heredada de aquellos tiempos. Es inaceptable que sigan existiendo sociedades en donde las mujeres son tratadas como seres inferiores y víctimizadas por el poder político, económico y religioso que ejercen los hombres sobre sus ellas.
Un estudio realizado por el Banco Mundial (2016) dice que las mujeres representan el 60% de las personas más pobres del planeta y solo una de cada tres mujeres de áreas rurales recibe atención sanitaria en el embarazo. En el tema de la educación el número de niñas que abandona la escuela antes de llegar a secundaria es superior al de los varones y solo una de cada tres completa sus estudios. Esta situación las coloca en una posición de desventaja cuando llega el momento de incorporarse al mercado laboral. Solo en India hay más de 245 millones de mujeres que no saben leer ni escribir. La falta de educación también les imposibilita integrarse a la vida pública y política. Y las que logran conseguir un empleo (regularmente en condiciones deplorables) son obligadas a trabar triples jornadas por un salario inferior al que reciben los hombres.
Así han vivido hasta hoy millones de Evas cuyo único pecado es haber nacido mujer. Dice la declaración universal de los Derechos del hombre que «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos». Entonces que esperamos para que esto se convierta en realidad. Si queremos que de verdad la mujer alcance esa dignidad y esa libertad hay que reconocer su derecho a ejercer todas sus capacidades y potencialidades por encima de cualquier otra consideración. El momento es ahora.